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| Marv & Goldie. (Sin City) |
Un hombre por el que morir.
Un amor por el que sangrar.
Con el que perder.
Un hombre con el que morir.
viernes, 20 de diciembre de 2013
Un hombre por el que morir.
Un amor por el que sangrar.
Con el que perder.
Un hombre con el que morir.
viernes, 13 de diciembre de 2013
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| Portadón de Moderat y su álbum II. |
1. Jon Hopkins- Immunity. El omnipresente en todas listas y con razón. El tío engancha con temas conmovedores, que no sólo son bailables, sino que además te tocan la fibra sensible.
2. How to destroy angels- Welcome Oblivion. Me toca, me sulibeya el proyecto de Trent Reznor con su mujer, de voz cálida y adherida a un magnetismo oscuro.
3. Fuck Buttons- Slow focus. Mi elección está muy influenciada por las cosas que sentí escuchándolos en el Primavera Sound. Cada vez que oigo de nuevo sus temas, consigo teletransportarme a un momento exacto en el que estaba fuera de mí.
4. Death Grips- Government Plates. Agresividad y duro, disco de los que me arrancan de la cama y me hacen canalizar mi ira con el mundo. Aunque en directo me decepcionaron un poco.
5. Anton Zap- Water. EL descubrimiento. Suave y elegante, de lo que más me ha emocionado en 2013 como lo hizo Andy Stott el año anterior.
6. Juliana Barwick- Pacing. Porque te traspasa, capa tras capa hasta hacerte temblar. Maldita.
7. Kölsch- 1977. Mi parte más bakala. Excelente acompañante de mañaneos y reenganches.
8. Kanye West- Yeezus. Aunque no llevo nada bien la saturación mediática y me lo topo demasiadas veces en titulares, el Kanye que hace música pone toda la carne en el asador y consigue siempre sorprender.
9. Moderat- II. Buenas cantaditas y temazos para un disco del que además, me encanta la imagen. Cómo se las gastan Aparat y Modeselektor que juntos son capaces de segregar jugoso néctar.
10. Wiley- The ascent. Macarrismo y oscuridad para un hip-hop cantado por este maromo con ojos de pez. Bases que hacen las delicias de los amantes de los bajos y mucho grime para un disco que ha pasado desapercibido de manera inmerecida.
martes, 10 de diciembre de 2013
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| Con estos ojos miro a mi vecina mientras me cuenta el frío que hace. |
Hablar de ello con naturalidad y espetarle en la cara lo que pienso no parece una buena idea. Pero, ¿no es peor que me esté contando las estufas que ha tenido que poner en su casa mientras la imagino con toda la cara llena de semen? Me parecería mucho más entretenido hablar de fluidos que de temperatura. Pero no se habla de penes con gente que no conoces.
Barcelona es una ciudad llena de hipopótamos de esos que están en la habitación pero que nadie habla de ellos. Sitios que molan una semana y a la otra se inmolan. Chistes y gracietas que parecen venidas de una factoría en cadena de Taiwan. Prendas de usar y tirar para vestir una identidad. Nadie parece conocer el significado del largo plazo, ni tampoco parece importarles.
lunes, 2 de diciembre de 2013
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| Mis padres. |
1. Mi madre nació en Benicarló. Allí pasé veranos con sabor a lapa en las orillas de la playa en pelotilla picada. Hacíamos excursiones interminables a calas, no ha vuelto a cegarme la luz así desde entonces. Nuestra preferida era una de Peñíscola pero era casi inaccesible. Siempre que íbamos nos cargábamos alguna pieza de la parte de abajo del coche. Un día, investigando de cala en cala, mi hermana Mar se cayó sobre unas piedras. "Mira, esas de ahí al lado están más puntiagudas", dijo mi padre mientras a mi hermana le salían puntos de sangre en el moflete derecho del culo.
2. Mi madre quería que fuese una niña bien. Me apuntó a piano, a coro, a violín y me ponía jerseys de pico. Una vez hasta me hizo la permanente. Le gustaba venir a por mí en las tardes de invierno al conservatorio. Me acuerdo del sonido de la mezcla de instrumentos en la sala de espera. Piano a la derecha, trompa al fondo del pasillo, guitarra a la izquierda. "Hoy ha tocado muy bien", le dijo a mi madre el profesor de violín. "No digas eso que si no dejará de esforzarse", contestó ella.
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