El matriarcado de los Modlin. |
Sergio Oksman no está interesado en la verdad. Por eso cuando cayeron en sus manos los documentos que retrataban la vida de la familia Modlin, los compuso a base de sensaciones. Elucubraciones que le llevaron a descubrir verdades (qué son las historias sino mentiras que cuentan realidades) Cada uno teje los recuerdos como quiere y el rastro de ésta familia entrelazó "A story for the Modlins".
Estaban empeñados en alcanzar la fama y su ambición comenzó a alcanzarse después de la muerte, cuando vertieron sus recuerdos en un contenedor de la calle Pez en junio de 2003. Paco Gómez encontró sus retales congelados y eso cambió su vida. Margaret, la madre, retrataba a su hijo Nelson de manera compulsiva. Le colocaba atrezo en poses épicas entre las que se adivinaba la mirada agobiada de un niño con ganas de escapar, y lo hizo en cuanto cumplió los 18 años.
Su huida hacia delante fue tomada como un abandono y comenzó a fotografiar a Elmer, su marido, quién le profesaba una admiración enfermiza. Para él, su mujer debía ser reconocida como "la mejor pintora del Apocalipsis de todos los tiempos" y su adoración queda latente en un vídeo recogido de la basura en la que muestran su obra a un público inexistente. Todos ésto se supone de su huella. ¿Qué es cierto y qué no? Eso mismo nos podíamos preguntar a nosotros mismos cuando recordamos algo. La memoria es igual de real que nuestras excusas o nuestras razones.