Esta mañana en una de éstas incursiones me he tropezado con una montaña de tazas que decían cosas tal que "como tú no hay nadie", "no hay nada imposible" o "hoy voy a conseguir todo lo que me proponga". De tonalidades pastel, estaban apiladas unas encima de otras, junto a otros útiles aderezados con más mensajes intrépidos como "Libreta con superpoderes para tener grandes ideas".
Me imaginaba a un supervillano recibiendo un regalo así y en un momento bajo, mientras se tomaba el café, leyendo: "tu puedes con todo" y alentándose a sí mismo para terminar su nuevo y definitivo virus súper mortífero. O a algún director de cine intentado dar otra vuelta de tuerca a los viajes en el tiempo y creando Looper al acordarse de que "mola un montón" por un imán en la nevera.
Estos diseños, de Mr. Wonderful, contienen porciones de autoayuda de ésa que te hace sentir mejor por un ratito. Brevemente. Como un pinchacito. Pertenecen a esa corriente que lo mira todo desde un filtro nostálgico y que parece que vive en un continuo estado de añoranza. Como en lugar de disfrutar lo que están viviendo en el momento, se deleitan echándolo de menos mientras miran la foto en su casa.
Con el mismo nombre y en las antípodas, Mr. Wonderful es un cómic de Daniel Clowes que precisamente nos cuenta otra historia mucho más realista: Marshall tiene cuarenta años, está separado y ha fracasado en los ámbitos fracasables impuestos. El cómic fue publicado por entregas en The New York Times Magazine y cuenta la cita a ciegas que tiene con Natalie. Su historia pasa por varios escenarios y aunque ambos parecen desesperados, se vislumbran ilusiones entre su angustia. Menos pastelón pero más cercano a la vida, al fin y al cabo. Éste es el Mr. Wonderful que realmente me interesa.
Aquí lo podéis leer.
Estos diseños, de Mr. Wonderful, contienen porciones de autoayuda de ésa que te hace sentir mejor por un ratito. Brevemente. Como un pinchacito. Pertenecen a esa corriente que lo mira todo desde un filtro nostálgico y que parece que vive en un continuo estado de añoranza. Como en lugar de disfrutar lo que están viviendo en el momento, se deleitan echándolo de menos mientras miran la foto en su casa.
Con el mismo nombre y en las antípodas, Mr. Wonderful es un cómic de Daniel Clowes que precisamente nos cuenta otra historia mucho más realista: Marshall tiene cuarenta años, está separado y ha fracasado en los ámbitos fracasables impuestos. El cómic fue publicado por entregas en The New York Times Magazine y cuenta la cita a ciegas que tiene con Natalie. Su historia pasa por varios escenarios y aunque ambos parecen desesperados, se vislumbran ilusiones entre su angustia. Menos pastelón pero más cercano a la vida, al fin y al cabo. Éste es el Mr. Wonderful que realmente me interesa.
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