domingo, 12 de enero de 2014

No hace falta que me insultes que ya sé que soy una mierda.

Gracias por regalarme aquella sesión de spa,
me dejó como nueva.

No pierdas tu tiempo tratando de sacarme defectos o insultándome a la antigua usanza porque (en serio) ya sé que soy una mierda. Décadas de autoayuda y pensamiento positivo arrambladas por hechos que determinan tu puesto en este infame universo. No vales para nada. No eres especial. No vas a conseguir lo que quieres. Deja de parafrasear a Steve Jobs. El talento no sirve de nada si no sabes cómo hacer dinero con él. Da igual que invoques a los siete dioses de la fortuna o que tus letras arranquen lágrimas al mismísimo Steven Seagal.

Así que deja de elucubrar porque seguramente mi vida no es tan buena como te parece, que la imaginación nos gasta muy malas pasadas y demonizamos o idealizamos según la necesidad interna de alimentar lo que realmente deseamos creer. Y la mía es que soy una mierda, un cuerpo flotante sin cabeza o un poco de musgo en una acequia. Ahórrate intentar tirarme por tierra, que eso lo hago yo misma mejor que nadie.

5 Des-moderna.: No hace falta que me insultes que ya sé que soy una mierda. Gracias por regalarme aquella sesión de spa, me dejó como nueva. No pierdas tu tiempo tratando de sacarme defectos o insultándome a la...

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