miércoles, 21 de mayo de 2014

Otro día, otra entrevista timo.

Ayer estuve en una entrevista-timo. Una de ésas en la que ofrecen casquería a cambio de duro trabajo y en las que, mires por donde mires, sales perdiendo. He hecho un repaso mental de las que me ha tocado vivir durante estos 3 años y me he dado cuenta de que me gusta hacerlas porque en el fondo, siempre me gusta tener algo divertido que contar. Una de las primeras fue con una empresa de gas (llamémosla Gas X) que se vendía como la alternativa al monopolio.

Me convocaron en el World Trade Center  y una vez allí se me presentó un chico de unos 22 años con el pelo lamido por una vaca, el cual iba a ser mi "mentor" ese día y el que, según él, ganaba "unos 4.000 € al mes sin esfuerzo". La jornada comenzó en Poble Sec tomando un cortado con él, una chica con los dientes negros y un tío con la voz de pito. Aquella peña olía a col rancia. Después de la charla motivacional, nos repartimos y tocaba quemar los timbres de la buena gente del barrio. Un esparadrapo blanco en la puerta era la señal de que ese edificio estaba ya "tomado".

Concepto visual "pelo
lamido por vaca".

¿Alguna vez nada más abrir la puerta os han pedido una factura para mirar no se qué? Nunca lo hagáis. NUNCA. Le estáis regalando vuestros datos personales y BINGO, un cliente más para su lista de pringados. El tío asediaba a la gente haciéndoles sentir como tontos por la cantidad dinero de más que estaban pagando. El chaval se metía hasta la cocina de las casas, le decía a la señora lo guapa que estaba y no acababa las frases, confundiendo a la pobre, que se sentía tonta por no haber "cambiado ya el contrato". Se iba tan contento y a mí me invadía la vergüenza ajena. 

Intentaba razonar con él pero el tío me explicó que lo que vendían "no era una mentira, sino que no se ajustaba a la verdad". Me intentó convencer para que me uniera a la secta porque haríamos un "gran equipo" y él ganaría más dinero (más, cuánta más gente captaba) Ahora cada vez que llama a mi puerta uno de estos tipos me transformo en tres viejas con Síndrome de Diógenes.

En mi TOP 5 está la entrevista a la que me presenté como aspirante para un bar de copas, oferta que encontré en un portal de trabajo "para estudiantes". Cuando entré en la sala un tío me miraba de pie, detrás de mí, mientras una mujer hacía la entrevista. "Es que verás", dijo ella, "es un local de alterne". Supongo que el tío me estaría revisando el culo. "Sí, es posible que veas gente desnuda o que tengas que servirles mientras hacen lo suyo", dijo él. 

Entrevistas-timo, tan auténticas
como el AMOR ETERNO.
Tenía que decidir al momento para empezar esa misma noche. No supe reaccionar y siempre me arrepentiré de no haber aceptado. Una estafa piramidal no suena tan interesante como pasar tu vida en un burdel. ¿Qué situaciones sórdidas habría vivido? Me imagino a mí misma correteando como el botones de Four Rooms de una sala a otra con extraños pedidos "una careta de Jorge Javier" , "un látigo de siete puntas", "agua de rocío bendecida", "un peluche gigante de Winnie the Pooh". Menos mal que aún me queda la imaginación.
5 Des-moderna.: Otro día, otra entrevista timo. Ayer estuve en una entrevista-timo. Una de ésas en la que ofrecen casquería a cambio de duro trabajo y en las que, mires por donde mires, sa...

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