Oh, dios, te pido, llévame a 1997.
Devuélveme a ese año por un día, unas horas.
Ayúdame a recuperar la ilusión del 97,
dame el tesón del 97, la niña del 97.
Las lágrimas eran dulces, oh, señor,
las de hoy saben a queso rancio,
a un pelo a través de la garganta,
al vinagre que le sobra a una ensalada.
Llévame dónde pueda recuperarme,
oh, mi señor, ¿por qué me has abandonado?
te prometo que el mañana será mejor,
gracias a la fuerza de aquel año, del 97.
Preciosos versos, a tope de nostalgia. Este registro poetil no te lo conocía y me gusta.
ResponderEliminarTambién me gusta verte salerosa, bordezuela... rollito s.XXI
"No al Beatus Ille, Sí al Carpe Diem" Un abrazo muy fuerte!!
Gracias prima! :)
EliminarYo tampoco sabía, lo dejé salir!